Elementos de la composición: La armonía

La armonía es el principio estético que configura toda composición como unidad, como un todo en el que sus partes se combinan buscando una cierta concordancia. Se basa en los principios de simetría, equilibrio y proporción. Es la justa relación de estas fuerzas, juzgandolas como partes de un organismo " vivo " en función de un contenido y no como una simple asociación de las relaciones formales.

La proporción es la relación armónica de las medidas, entre las partes y el total. Tales relaciones matemáticas no se expresan de manera mecánica; la relación existe, pero las formas tienen pequeñas variaciones dentro de la relación general. Razones numéricas o geométricas de distinta índole han sido aplicadas al arte, siempre buscando una unidad armónica. De este modo, a lo largo de la historia del arte, se han establecido diversos cánones de belleza, basados en la proporción.

El termino simetría significa concordancia entre las partes que concurren a integrar un todo. Existen varios tipos de simetría:



Simetría axial:Los elementos de la composición se distribuyen simétricos sobre un eje central imaginario situado en la mitad de la obra. El peso de ambas partes a uno y otro lado del eje debe ser el mismo, aunque las formas no tienen que ser necesariamente idénticas. Se utiliza para transmitir estabilidad y serenidad.









Simetría radial: Los elementos se distribuyen en varios ejes que pasan por un punto común situado en el centro y van girando como radios de una circunferencia.

En la artesanía, en la arquitectura y demás artes aplicadas, al tener que adaptarse el diseño a objetos de uso cotidiano, zócalos, frisos, acerados o cornisas donde predominan los espacios longitudinales, los criterios compositivos varían predominando las composiciones modulares.

Las redes modulares se basan en la repetición de un módulo o módulos que se estructuran sobre una malla o red de polígonos, normalmente cuadrados o triángulos, siguiendo un ritmo. El módulo se repite en la red sucesivamente mediante combinaciones establecidas de antemano contemplando espacios. De un módulo sencillo pueden surgir composiciones muy complicadas.

Un ritmo es una sucesión armónica de formas repetidas sobre un espacio con un orden predeterminado que generan trayectorias distintas: horizontales, verticales, inclinadas etc. Las trayectorias de las formas que van alternando espacios vacíos y ocupados, se perciben como sensaciones dinámicas a las que llamamos ritmos.

Formamos ritmos trasladando un objeto de forma constante horizontal, vertical o inclinadamente, variando tamaños, texturas y grosores, alternando objetos distintos con un orden, haciendo simetrías radiales o axiales con el objeto, o girándolo, variando la relación fondo figura, etc.

El encuadre de la composición

Las formas de encuadrar una imagen son infinitas, pero no todos los encuadres pueden recoger el sentido de lo que queremos captar. La composición organiza los elementos de una imagen para que se ajusten a la intencionalidad que queremos registrar. Los encuadres de una composición pueden ser muy distintos acercando o alejando las formas representadas según sean las intenciones expresivas del artista. Al encuadrar una imagen, estaremos captando un plano. Se pueden distinguir los siguientes tipos básicos de planos:

• Gran plano general: intenta recoger un espacio amplio en donde la figura humana está inmersa, y sirve para definir y situar el ambiente de la imagen.

• Plano general: Se recoge a la figura humana de cuerpo entero, integrada en el ambiente que le rodea. Es un plano más cercano donde el sujeto toma una relación directa con el medio.

• Plano medio: Recoge la figura humana desde la cabeza hasta la cintura. Con este plano empieza a tener más fuerza el rostro y la expresividad del personaje, tratando el medio que le rodea, como algo secundario.

• Primer plano: Es un plano cercano que engloba toda la cabeza del sujeto hasta los hombros. Recoge los valores gestuales y emocionales de la cara. Al ser un plano corto, la realidad circundante está totalmente abstraída.

Como conclusión, he de decir que todo tiene su significado y, el artista, debe conocerlo y aplicarlo para transmitir las ideas y sensaciones que quiere hacer llegar al espectador. Al componer hemos de conseguir armonizar, unir, relacionar líneas, masas y tonos, llevando la mirada del espectador por el camino que nosotros queramos.